Para entender el funcionamiento de un seguro, vamos a poner un ejemplo (muy simplificado) que se conoce como «Las mil casas».
Supongamos que tenemos un poblado con 1,000 casas iguales. Cada casa vale $1,000,000. Existe una estadística que indica que cada año ocurre un incendio que destruye una casa.
Esto significa que en esta población, hay un riesgo de pérdida de $1,000,000 al año. Pero no sabemos qué casa es la que se va a quemar (porque un incendio es un accidente).
Lo que hace la compañía de seguros es dividir el monto del daño probable ($,1,000,000) entre el numero de casas del poblado (1,000), lo que nos da como resultado $1,000, que es lo que se conoce como «prima».
Entonces, la compañía cobra a cada casa $1,000, y la suma total de las primas (1,000 casas x $1,000 de prima = $1,000,000), se le pagará al dueño de la casa que se queme ese año.
Así, una persona no perderá su casa si sufre un accidente.
Los demás asegurados solo perderán $1,000 pesos al año, a cambio de que, si desafortunadamente su casa se incendia, la compañía de seguros les pagará los daños.
Las aseguradoras analizan los diferentes riesgos a los que estamos expuestos, para calcular las primas que debemos pagar para protegernos de cada accidente.
Es por eso que los riesgos que implican mayor daño son más caros, y también aquellos que son más probables o frecuentes.
Evidentemente hay mucho más que decir acerca de cómo funciona un seguro, cómo se calcula una prima, que pasa si hay más de un incendio, o si no ocurre nada, o si hay un robo, etc.
Este solo es un ejemplo básico que nos permite identificar los conceptos principales del funcionamiento de los seguros en México.
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